Cambios en la nacionalidad italiana

Cambios importantes a la nacionalidad italiana
"Ser ciudadano italiano es algo serio. Lamentablemente, a lo largo de los años ha habido abusos y solicitudes de ciudadanía que iban más allá del verdadero interés por nuestro país", afirmó el viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani.
Argentina pasó de unos 20.000 reconocimientos en 2023 a 30.000 en el año siguiente. Brasil pasó de más de 14.000 en 2022 a 20.000 el año pasado. Se estima que los descendientes de italianos en el mundo que podrían solicitar el reconocimiento de la ciudadanía, conforme a la legislación vigente, son entre 60 y 80 millones de personas.
1. Disposiciones urgentes en materia de ciudadanía (decreto-ley)
El Consejo de Ministros, por propuesta de la primera ministra Giorgia Meloni, del ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani y del ministro del Interior, Matteo Piantedosi, ha aprobado un decreto-ley que introduce disposiciones urgentes en materia de ciudadanía.
La norma permite la entrada en vigor inmediata de algunas medidas incluidas en el proyecto de ley sobre ciudadanía, que también ha sido aprobado por el Consejo de Ministros. En particular, se establecen limitaciones a la transmisión automática de la ciudadanía iure sanguinis.
Si bien se mantiene el principio de transmisión por descendencia, se refuerza la exigencia de un vínculo efectivo con Italia para los hijos nacidos en el extranjero de ciudadanos italianos. Este ajuste busca alinear la normativa con la de otros países europeos y restringir la libre circulación en la UE a quienes mantengan un lazo real con Italia.
Principales cambios:
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Límite de transmisión automática: la ciudadanía solo se reconocerá automáticamente hasta dos generaciones. Es decir, solo quienes tengan al menos un padre o abuelo nacido en Italia serán ciudadanos desde el nacimiento.
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Los hijos de italianos nacerán automáticamente ciudadanos si:
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Nacen en Italia, o
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Antes de su nacimiento, uno de sus padres ha residido en Italia al menos dos años continuos.
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Los nuevos límites aplicarán solo a quienes tengan otra ciudadanía (para evitar casos de apatridia).
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Se mantendrá la ciudadanía a quienes ya la hayan obtenido por reconocimiento judicial, municipal o consular.
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Plazo para solicitudes: las peticiones documentadas y presentadas antes del 27 de marzo de 2025 a las 23:59 (hora de Roma) se procesarán bajo las reglas anteriores.
Nuevas reglas para la prueba de ciudadanía:
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No se admitirán el juramento ni el testimonio como medios de prueba.
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Será el solicitante quien deba demostrar que no existen impedimentos legales para la adquisición o mantenimiento de la ciudadanía.
Esta reforma sigue los principios de la Convención Europea sobre la Ciudadanía de 1997 y refuerza la necesidad de un "vínculo efectivo" entre la persona y el Estado. Solo quienes cumplan con este criterio podrán acceder a la ciudadanía, la cual requerirá una "residencia calificada" en Italia de al menos dos años continuos.
Principales cambios en la transmisión de la ciudadanía:
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Registro obligatorio antes de los 25 años: si el nacimiento no se inscribe en el registro italiano antes de esta edad, se presumirá la ausencia de vínculo con Italia y no se podrá solicitar la ciudadanía.
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Pérdida de ciudadanía por "desuso":
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Afectará a italianos nacidos en el extranjero, sin residencia en Italia y con otra ciudadanía.
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Se aplicará si no mantienen ningún vínculo efectivo con Italia durante 25 años (por ejemplo, no ejercen derechos ni cumplen deberes cívicos).
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Medidas de apoyo al "retorno migratorio"
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Hijos menores de ciudadanos italianos (si no son ya ciudadanos) podrán adquirir la ciudadanía si:
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Nacen en Italia, o
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Residen allí al menos dos años, mediante una simple declaración de voluntad de los padres.
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Recuperación de la ciudadanía: quienes la hayan perdido solo podrán recuperarla si residen en Italia por dos años.
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Descendientes con al menos un abuelo italiano podrán adquirir la ciudadanía tras tres años de residencia en Italia (antes eran cinco años para ciudadanos de la UE y diez para no europeos).
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Cónyuges de italianos seguirán accediendo a la naturalización, pero solo si residen en Italia.
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Se permitirá que las personas mayores de edad renuncien a la ciudadanía si tienen otra nacionalidad (para evitar casos de apatridia).
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Se reconoce la transmisión de ciudadanía por vía materna a quienes nacieron después del 1 de enero de 1927, resolviendo una cuestión sujeta a interpretaciones contradictorias.
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Se establece un plazo de 48 meses para la resolución de los procedimientos de ciudadanía.
3. Revisión de servicios para ciudadanos e empresas en el extranjero
El Consejo de Ministros, por propuesta del ministro de Asuntos Exteriores Antonio Tajani, aprobó un proyecto de ley para reformar los servicios consulares y de ciudadanía.
Principales cambios:
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Nuevo organismo centralizado:
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Los residentes en el extranjero ya no solicitarán la ciudadanía en los consulados, sino en una oficina especial en la Farnesina (Ministerio de Relaciones Exteriores).
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Habrá un período de transición de un año, durante el cual los consulados seguirán procesando solicitudes, pero con cupos limitados.
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Modernización de servicios consulares, incluyendo:
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Legalizaciones, registro civil, pasaportes y documentos de identidad para viajes al extranjero.
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Mejora de servicios para empresas italianas en el exterior.
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Conclusión
El gobierno de Meloni impone una fuerte restricción a la ciudadanía iure sanguinis, exigiendo un vínculo efectivo con Italia y limitando la transmisión automática a dos generaciones. Además, se introduce la pérdida de ciudadanía por desuso y se centraliza la gestión de solicitudes en una oficina especial del Ministerio de Relaciones Exteriores. https://www.governo.it/it/articolo/comunicato-stampa-del-consiglio-dei-m...